El actual sistema de pensiones es "insostenible". Se puede decir más alto, mucho más alto, pero no más claro. Aunque parezca algo complicado de entender, es muy sencillo, y por desgracia, nos afecta de manera muy directa. Me explico.
Todas las personas que están trabajando en la actualidad, cada día menos debido al aumento del número de parados, contribuyen a la seguridad social con un tanto por ciento de su sueldo. Ese tanto por ciento es el dinero, que entre otros fines, está dirigido a las pensiones que se cobran cuando uno se jubila. Pues esta relación es la que está en peligro. ¿Por qué?
1- Cada vez hay un menor número de trabajadores en activo. La situación en estos momentos es crítica, con 4.000.000 de parados.
2- La pirámide de población es cada vez más envejecida. Es decir, hay más personas jubiladas y menos trabajadores para pagar las pensiones de las personas jubiladas.
3- España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo. Esto es positivo, sin lugar a dudas, pero en este caso no ayuda mucho.
Estos son algunos de los condicionantes que hacen que el sistema de pensiones deba sufrir un cambio. Lo malo es que no lo digo yo, sino que esto lo ha denunciado el secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado. Como posibles soluciones, Granado se ha decantado por retrasar la edad de jubilación (de momento, una propuesta para aquellos que lo quieran hacer de manera voluntaria), disminuir las prejubilaciones e incluso la cotización de los becarios.
Granado llegó a decir, que en caso de que ninguna de estas propuestas se llevara a cabo deberíamos comenzar a plantearnos las cuantías de las pensiones. ¿Menos todavía?
Estas iniciativas, que de momento no dejan de ser planteamientos del ministerio de Trabajo, van a tener que discutirse antes o después. Y es que el sistema "no es de goma y no tiene una capacidad infinita".
Todas las personas que están trabajando en la actualidad, cada día menos debido al aumento del número de parados, contribuyen a la seguridad social con un tanto por ciento de su sueldo. Ese tanto por ciento es el dinero, que entre otros fines, está dirigido a las pensiones que se cobran cuando uno se jubila. Pues esta relación es la que está en peligro. ¿Por qué?
1- Cada vez hay un menor número de trabajadores en activo. La situación en estos momentos es crítica, con 4.000.000 de parados.
2- La pirámide de población es cada vez más envejecida. Es decir, hay más personas jubiladas y menos trabajadores para pagar las pensiones de las personas jubiladas.
3- España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo. Esto es positivo, sin lugar a dudas, pero en este caso no ayuda mucho.
Estos son algunos de los condicionantes que hacen que el sistema de pensiones deba sufrir un cambio. Lo malo es que no lo digo yo, sino que esto lo ha denunciado el secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado. Como posibles soluciones, Granado se ha decantado por retrasar la edad de jubilación (de momento, una propuesta para aquellos que lo quieran hacer de manera voluntaria), disminuir las prejubilaciones e incluso la cotización de los becarios.
Granado llegó a decir, que en caso de que ninguna de estas propuestas se llevara a cabo deberíamos comenzar a plantearnos las cuantías de las pensiones. ¿Menos todavía?
Estas iniciativas, que de momento no dejan de ser planteamientos del ministerio de Trabajo, van a tener que discutirse antes o después. Y es que el sistema "no es de goma y no tiene una capacidad infinita".