Un lápiz, una reprimenda, quizás una lágrima

Libros y más libros. Noticias y más noticias. Enlaces, sumarios, fotos y comillas. Todo esto, para nada. Si, para nada. El ritmo frenético del día a día no nos permite parar y darnos cuenta de algunas cosas. Sin duda, a la postre, las más importantes.

Sé que no estoy analizando el último debate de Zapatero con Rajoy, criticando las formas en la marcha de las tropas españolas de Kosovo o la última acción de Obama para sacar al planeta Tierra de esta crisis maldita.

Pero, por un instante, miento, por dos enanas partículas de tiempo, he conseguido darme cuenta de que todo lo demás no tiene sentido sin ese lápiz amarillo que nunca me deja solo, sin esa bronca repleta de cariño, y quizás sin esa lágrima tonta fruto de la emoción.

¿Por qué ese dibujo?. Y ¿por que no?