Aunque quisiera, que no ha sido el caso, el día no se podía mirar con el prisma de los anteriores. Quizá con ninguno de los que previamente haya vivido trabajando. La sensación que tenía en la redacción era distinta al resto de los días, no menos importantes, pero que carecian de aquel acontecimiento mundial. De alguna manera, las elecciones a la Casa Blanca no pueden compararse con los comicios de otros países. Y es que aunque el panorama mundial pueda estar cambiando, los EE.UU. siguen siendo el actor más importante de la escena internacional.
Además, la presencia de Barack Obama, persona capaz de generar toneladas de confianza sin que le definan como predicador de masas (esto se podría confundir con el populismo y los mensajes poco realistas), le concede a la ocasión la definición de histórico.
Será por eso que entre los compañeros había muchas ganas de hacerlo lo mejor posible, de ayudarnos unos a los otros, y de conseguir que los lectores que se acercaran a ABC.es a lo largo de la tarde-noche-mañana, pudieran estar lo mejor informados.
Si echo la vista atras, me doy cuenta de que nunca me había planteado cómo se podía vivir un momento de esta índole dentro de una redacción, y la verdad, me está encantando. Todavía no han comenzado los recuentos y tengo la sensación de que ya han pasado un montón de cosas.
Antes de dejar la redacción por unas horas y volver al recuento con las pilas totalmente cargadas, he dejado junto a mis compañeros todo a punto para las horas más emocionantes. Horas que en breve, comenzaran a transcurrir. ¿Obama o McCain? Los norteamericanos deciden. El resto, observamos.
Portada del Diario ABC del día 9 de noviembre de 1960.
Además, la presencia de Barack Obama, persona capaz de generar toneladas de confianza sin que le definan como predicador de masas (esto se podría confundir con el populismo y los mensajes poco realistas), le concede a la ocasión la definición de histórico.
Será por eso que entre los compañeros había muchas ganas de hacerlo lo mejor posible, de ayudarnos unos a los otros, y de conseguir que los lectores que se acercaran a ABC.es a lo largo de la tarde-noche-mañana, pudieran estar lo mejor informados.
Si echo la vista atras, me doy cuenta de que nunca me había planteado cómo se podía vivir un momento de esta índole dentro de una redacción, y la verdad, me está encantando. Todavía no han comenzado los recuentos y tengo la sensación de que ya han pasado un montón de cosas.
Antes de dejar la redacción por unas horas y volver al recuento con las pilas totalmente cargadas, he dejado junto a mis compañeros todo a punto para las horas más emocionantes. Horas que en breve, comenzaran a transcurrir. ¿Obama o McCain? Los norteamericanos deciden. El resto, observamos.
Portada del Diario ABC del día 9 de noviembre de 1960.
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