Cambio, esperanza y entusiasmo.
Yes, we Can. El presidente electo de los EE.UU., Barack Obama, ha contado con una gran campaña de comunicación política que le ha ayudado, en gran medida, a llegar al despacho oval.
«La campaña se ha desarrollado desde la publicidad -comenzando en las primarias- hasta el acceso a la Casa Blanca», ha asegurado Greg Pinelo, asesor de campaña de Barack Obama, en el
VII Seminario Internacional de Comunicación Política y Electoral que ha tenido lugar en la Universidad Pontificia de Comillas.
En el foro organizado por
Mass Consulting Group y la
Universidad George Washington, Pinelo ha desgranado las actuaciones del equipo de asesores de Obama durante la campaña electoral. «Un año antes de las primarias, Rudolph Giuliani y Hillary Clinton eran los dos candidatos más populares, pero al final ninguno llegó a las elecciones». ¿Cómo fue esto posible?.
El equipo del senador afroamericano se centró en unir al pueblo, asentando su mensaje en la esperanza – hope, en ingles-, y el cambio - change -. La idea era centrarse en la situación sanitaria, la vivienda, y la economía así como aprovechar la impopularidad del presidente actual, George W. Bush.
«La sensación de que estábamos separados empezaba a existir, y Obama marcó otra vez la unión; además es joven y esto hace que la gente crea que las cosas son posibles». Desde el comienzo de las primarias, Clinton se convertiría en la gran rival. La ex primera dama representaba «la fuerza, la lucha, la experiencia; se veía como presidente».
Una de las mejores armas de Barack Obama, tanto en las primarias como en las elecciones presidenciales, ha sido la utilización de Internet. «Por medio de la red desarrollamos la campaña, conseguimos fondos, mantuvimos informados a los posibles votantes», ha apuntado Pinelo. Además, el desarrollo de la marca conllevó un amplio despliegue de
merchandising: chapas, camisetas, posters, y todos ellos dirigidos «a todos los públicos, latinos, afroamericanos y el ciudadano medio». Por medio de
Barackobama.com se fueron consiguiendo fondos y mayor número de medios. Al final «teníamos el doble de oficinas y de voluntarios que John McCain».
Durante las primarias, hubo diversos puntos de inflexión.«Iowa fue un estado clave para Obama y Clinton, y con nuestra victoria pusimos de manifiesto que podíamos ganar en cualquier estado», ha comentado Pinelo. Luego llegó el Supermartes, y fue Obama el que pisó más fuerte. Para el asesor político, hubo una pelea durísima, pero el mensaje de cambio del senador por Illinois consiguió ganar.
Una vez en las elecciones a la presidencia, la intención del equipo demócrata era no salirse de la línea del cambio. Para ello hicieron un pequeño cambio en uno de los eslogan principales. «Durante las primarias el eslogan era El cambio en el que creemos; y en las presidenciales lo modificamos por El cambio que necesitamos».
Ante los continuos ataques de John McCain, Obama trataba de mantener la misma línea y responder a las insinuaciones republicanas con serenidad. En este campo, la aparición de Sarah Palin supuso un punto de inflexión. La gobernadora de Alaska atacó duramente a Barack Obama, llegando a afirmar que el senador afroamericano mantenía «relaciones amistosas con los terroristas».
Pese a los ataques de Palin, los momentos claves mostraban la mayor ventaja de Obama. «Los debates nos daban como ganadores, y además se consiguió el aval de Colin Powell, un personaje que nos transmitía solidez en el campo militar». Por otro lado, la crisis en la situación económica, y las nuevas técnicas de comunicación, como la compra de 30 minutos en las principales cadenas de televisión, acercaban a Obama a la Casa Blanca.
Pinelo ha destacado que la crisis había sido «enormemente importante para nuestra victoria». En este aspecto, la actitud de McCain también ayudó a los demócratas, ya que en un principio el republicano dijo que «los pilares económicos de EE.UU eran fuertes», y días después suspendía su campaña por el empeoramiento de la situación.
Finalmente Barack Obama llegó por delante el 4-N, aunque incluso dentro del equipo demócrata “había miedo de que no saliera ganador. Pero los norteamericanos han valorado su candidatura, la candidatura de todos los estadounidenses”.Artículo en ABC.es